Con más de 82 mil espectadores en el MetLife Stadium, ubicado en el suburbio Meadowlands en la ciudad de East
Rutherford, Nueva Jersey cerca de la ciudad de Nueva York en los Estados Unidos,
se vivió la gran final de la Copa
América Centenario USA 2016, los invitados fueron, nada más y nada menos,
que los mismos finalistas de la edición pasada, demostrando que son los dos
mejores equipos de Sudamérica perlo bien lejos de los demás.
Un capítulo aparte
del partido, es el que se lleva el central Héber López del Brasil quien, en la
primera parte, que fue cuando se vio una intensidad inmensa del partido,
expulsa a dos jugadores de manera injusta. Ambas expulsiones fueron producto de
ceder ante la presión de los jugadores en cancha que le exigían tarjetas con
vehemencia ante cualquier toque entre los jugadores, incluso en la segunda
parte cuando Funes Mori le mete un pisotón a Isla por el costado derecho del
ataque chileno, no sacó la tarjeta respectiva, es más ni amarilla. Seguramente en
su cabeza tenía que, haber expulsado a un hombre de cada equipo en la primera
parte ya era suficiente y no se sintió comprometido con mostrar más tarjetas
para calmar los ánimos de los jugadores.
Otro tema
importante para lo que vivimos futbolísticamente en Sudamérica, es que
Argentina lleva tres años seguidos de ser un perdedor en finales y la prensa de
su país les da con todo a la hora de sacar los balances. Mientras que los
chilenos, teniendo todo el mérito del mundo, muestran al mundo que son una generación
que se hizo para ganar. Recuerdo que hace algunos años se hizo el mundial sub
20 en Canadá siendo el año 2007 y que este Chile perdió por goleada ante esta Argentina
por tres a cero, los goles fueron de Di María, Yacob y Maxi Morales. Hoy nueve
años después Chile supera dos veces a los gauchos, reponiéndose a aquella
derrota, pero esta vez en la categoría de mayores y por Copa América. Las vueltas
que da la vida.
Ya en lo futbolístico
hay que decir que Chile y Argentina son dos equipos muy parejos, juegan con
sistemas similares, pero la diferencia la hacen los volantes de la mitad del
terreno, porque los australes Vidal, Díaz y Aranguiz tienen mejor manejo de
pelota que Banega, Mascherano y Biglia. Gracias en gran medida a ese manejo
superior en la mitad del campo, la selección chilena tubo en mayor medida la posesión
de la pelota con triangulaciones que mostraban peligro y jugadas elaboradas. Por
el contrario, lo de los gauchos fue diferente, aprovechar los errores que
cometiese el rival y los regates importantes de Messi fueron sus armas
predilectas, hay que decir que Chile fue superior futbolísticamente, pero las
mejores jugadas del partido estuvieron en los pies de Higuaín y Agüero que no
definieron de la mejor manera.
El recorrido de
Chile para ganar esta copa América fue con grandes altibajos, recordemos que
perdió contra esta Argentina en la fase de grupos y le ganó a Bolivia con
groseros errores arbitrales. Mientras tanto, Argentina trajo en su camino 5
victorias al hilo que la mantuvieron siempre como favorita, rotulo que no
pudieron revalidar.
Tras jugar 120
minutos de intenso partido, ambos seleccionados no se pudieron hacer daño y
cuando López dio el pitazo final, el resultado era el que les gusta a los
finalistas y a los estudiosos del fútbol, un 0 a 0 que mandaba la serie a
definiciones desde el punto blanco del penal. En esa fatídica instancia, que no
es de suerte sino de méritos y de estabilidad mental, fallaron ambos equipos en
el primer cobro. Hasta aquí todo normal, pero el meollo del asunto está en que
erraron los mejores jugadores de cada selección, Messi para Argentina y Vidal
para los chilenos. Siendo ese el resultado ¿qué nos podíamos esperar de los demás
cobros? Pues la respuesta es que acertaron Castillo, Aranguiz, Beusejour
y Silva para los chilenos. Mientras que por Argentina Mascherano y Agüero acertarían
dejando en cuarto turno a Biglia que dejó el cobro en manos de Bravo
imposibilitando así que patease el 5 penal su equipo y dejando como campeón a
los chilenos que no solo repiten el título, además este se jugará por segunda edición
en unos cortos cien años que esperamos ver con los ojos bien abiertos.
Chile al final se merece todos los honores, se levantó de
las cenizas y demostró que tiene mucho fútbol y muchas ganas para salir
adelante y que si se lo proponen pueden llegar a jugarse una final de copa del
mundo, porque estoy seguro que un equipo que, sin importar el rival, siempre
juega de la misma manera e impone su ritmo en el compromiso, tiene sobrados méritos
para estar en disputa del máximo torneo de selecciones que disputa en el
planeta. Sin importar si chile juega bien o juega mal, los partidos que
disputan siempre tienen una alta dosis de emociones, metiendo, corriendo,
luchando y jugando siempre será lindo ver un partido de fútbol, por equipos
como este Chile es que, a mí y a muchos de los que leen esta nota, nos gusta
tanto el deporte más popular del mundo…
Aquí está el video,
cortesía de RCN tv
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