El encuentro entre Rionegro Águilas y Atlético Nacional
quedó en tablas, el 1 a 1 entre águilas y verdolagas deja mejor parado al
cuadro de la ciudad de la eterna primavera, puesto que la vuelta se jugará en
su estadio y lleno de hinchas locales en el Atanasio Girardot.
Este duelo de cuadros
antioqueños derramó toda su emoción en el primer tiempo, siendo las águilas las
que pegaron primero a los 6 minutos a través de Jonathan Alvares. Fue un remate
de más de 25 metros y es que
los locales salieron con ganas y buen manejo del balón,
el encuentro tenía un gran ritmo por parte de los 22 hombres en el terreno de
juego. Pero pasados los 10 minutos los visitantes en la cancha, pero no en la
tribuna, empezaron a tener mejor trato con la pelota, metieron el pie en el
acelerador y llevaron peligro al arco de los rojos de Rionegro. Tanto insistir
con la pelota en los pies llegó el empate del cuadro verdolaga.
La jugada merece párrafo aparte,
la pelota se recupera en la zona defensiva del verde y con un pase al vacío al
cartagenero Berrio, este con velocidad e inteligencia sirve un pase en paralelo
-de lujo verdad- para que Andrés
Ibargüen a los 22 minutos sólo y con el arco a disposición pusiera la paridad
que a la larga fue la definitiva en el resultado del encuentro.
El resto del encuentro, bajó
el ritmo y la ilusión de ver más goles. La pelota no tenía un dueño definido y
ninguno de los dos equipos quería arriesgar mucho, el visitante porque estaba cómodo
con el resultado y el local por el rival que tenía en frente.
Pero en el segundo tiempo las
emociones del encuentro estuvieron a cargo de las decisiones arbitrales porque
llegaron jugadas que pusieron a prueba al central Murillo, primero al minuto 64
cuando cae en el área el jugador Berrio pero el juez salió bien librado, puesto
que la jugada fue de uno de esos contactos que se dan en el fútbol todos los días,
la segunda al minuto 66 en la que si se equivoca al dejar pasar la falta de Sánchez
sobre el flaco Páez y peor aún, le puso amarilla al jugador de las águilas y la
última discutida fue una tarjeta roja al mejor jugador del mes pasado para Atlético
Nacional quien puso su codo sobre el rostro del jugador de Rionegro, siendo
bien expulsado aunque no tenía intención de dañar al rival. Vea pues como es la
vida, durante todo el partido López e Ibarbo se la pasaron dándose caricias.
Al final un empate
que es justo por lo visto en el partido y un encuentro que nos entretuvo en el
primer tiempo y nos dejó analizando otras cosas en los 45 minutos del segundo
tiempo.
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