Un Atlético Nacional que, gracias a su poder caribe,
ilusiona a los aficionados del fútbol en Colombia con la consecución de un cuarto
título continental para nuestro país. Logro que ya consiguió en el año 1989 y también
lo consiguieron Once Caldas de Manizales en el 2004 y Deportivo Independiente
Santa Fe en el año 2016 en la versión que se conoce como copa sudamericana.
Otro aspecto importante para resaltar es que en los últimos
tres años Colombia con Santa Fe y Nacional ha conseguido disputar tres finales dos
de sudamericana y una de libertadores, y eso que falta la copa que se juega en
el segundo semestre, en la que además tenemos a los equipos más fuertes de
nuestra liga en la actualidad. La pregunta que nos tenemos que hacer es: ¿algo
que está haciendo bien? Tendríamos que buscar los motivos en los comentarios de
los filósofos del balompié, pero la respuesta lógicamente salta a la vista. Si se
está haciendo bien en algunos dirigentes del fútbol profesional de Colombia.
En el paso que los verdes consiguen hoy a la final de la Copa Santander Libertadores 2016, hay
una gran cantidad de trabajo y esfuerzo por parte de la organización Ardila Lülle,
el cuerpo técnico encabezado por el DT Reinaldo Rueda, ese mismo que sacaron de
la selección Colombia por ser colombiano sin que importara toda su trayectoria
y los resultados que siempre obtuvo, pero la más especial de todas las
distinciones se las tenemos que hacer a un grupo de jugadores que creyó en el proceso
que emprendían y que han puesto de su parte para lograr llegar a la meta que se
trazaron desde hace un año.
Ya entrando en lo que es el partido que disputaron ante el
encopetado San Pablo de Brasil, era claro que los verdolagas eran los dueños de
la claridad y de las mejores opciones, en los pies de un Marlos que fue inflado
por la prensa y que si no se concentra pudiera salir quemado, ojalá que esto no
suceda porque la verdad es que condiciones tiene de sobra para triunfar en
donde lo pongan. Sin embargo, fueron los visitantes quienes se pondrían en
ventaja gracias a un gol conseguido por el argentino Calleri. La jugada es
producto de un forcejeo por parte de Bastos en la zona izquierda del ataque,
con la marca encima de Bocanegra logra sacar un centro al segundo palo que es
aprovechado por el gaucho que se eleva primero que Farid Díaz, con la frente
empuja la pelota en el fondo de la red a pesar del esfuerzo de Armani. Corría
solo el minuto 9 del partido y las cosas se ponían muy difíciles para los
locales que, gracias al gol de Calleri, se llenaron de valor para apretar en la
su zona de ataque y poner en aprietos al equipo de Medellín.
Los locales tuvieron la
suerte de tener en Borja a un hombre bendito, quien al minuto 16, es decir, 7
minutos más tarde tuvo en sus pies la primera opción de gol de los verdes. Tras
un contragolpe, de eso que Nacional hace muy bien, Berrio manda la pelota
profunda para que Miguel Ángel, dentro del área y con la pierna izquierda,
mandara un remate seco, rasante y cruzado para que el portero Denis quedara sin
posibilidades de atajar, era la primera llegada en serio del equipo local.
Lo que sucedió en el resto del partido, era un Nacional que
controlaba la pelota y generaba repetidas ocasiones de gol que sus jugadores no
podían definir. mientras tanto, para la visita las cosas se empezaban a
complicar, aunque Calleri tuvo la opción de aumentar el marcador, en un nuevo
remate de cabeza que en esta ocasión se estrellaría en la parte alta del
horizontal y saliera al saque de meta. La polémica del partido, llegó como
siempre producto de una decisión arbitral en la que no se pita un penal a favor
del San Pablo, que puedo ser un condicionante cuando el reloj marcaba el final
de la primera etapa. La jugada fue un pase profundo de Bastos para Húdson que
es derribado en el área por Bocanegra con un leve empujón que el central no
consideró.
Ya para la segunda etapa del encuentro, las cosas fueron
totalmente claras para los paisas que se dedicaron a cuidar de buena forma el
balón y dejaron sin posibilidades al equipo santista. De hecho, era más claro
observar en el partido que era más fácil que llegara el gol de Nacional para el
2 por 1 que el gol del San Pablo para meterse en el partido. Fue así como Guerra,
quien entró por Pérez, al minuto 76 desborda por la banda derecha y cuando
llega al fondo, manda un centro que se estrella en la mano del lateral
Carlinhos. Los jueces, tanto el línea como el central, señalan la falta que fue
dentro del área de la visita, en consecuencia era sancionado un claro penal que
sería señalado por los jugadores cariocas como la injusticia del partido, pues
para ellos, el central solo se equivocaba en una sola dirección. Saliendo amonestados
Lugano, Wesley y Carlinhos en la misma jugada.
Después de dos minutos, el central logra reanudar el partido
para que se ejecutara la pena máxima. El encargado del cobro, no podía ser otro
que el goleador de los verdes, Borja frente a la pelota no se puso nervioso y
ante el silbatazo del juez, puso su remate en todo el ángulo de la mano
izquierda del guardameta que igual se tiraba al otro lado para intentar atajar,
ese gol sería el definitivo 4 a 1 en el global, pues en el Morumbí los dirigidos por Rueda ganaron por 2 goles a 0. Ya con el
cobro ejecutado, los jugadores y algunos integrantes del cuerpo técnico protestaron
de nuevo paralizando el partido por más de 7 minutos, el resultado final de la
trifulca, se tradujo en las expulsiones de los jugadores Lugano y Wesley por
parte del chileno Patricio Polic.
Con nueve hombres los visitantes se dedicaron el resto del
encuentro a ver pasar los minutos que confirmarían que Atlético Nacional es el
primer finalista de la Libertadores y queda a la espera del duelo entre
argentinos y ecuatorianos, pues en la bombonera se vivirá el duelo de vuelta
entre Boca e Independiente Del Valle, en una llave que falta por definir.
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